Era un catalán tan tacaño, tan tacaño, tan tacaño… que estaba soñando que se tomaba un café y se despertó para no pagarlo.
Y era otro catalán tan tacaño tan tacaño,
tan tacaño… que veía la misa por la televisión, y cuando pasaban la
canastilla hacía zaping.
No hay comentarios:
Publicar un comentario